Reconocernos.Redescubrirnos.
Besarnos.
Con las bocas,
con las manos, con el cuerpo.
Con el pelo.
Eso es lo que hacemos.
Y si abrimos los ojos,
no es sólo para mirarnos.
Nos leemos.
Nos recordarnos para cuando no.
No. Palabra corta,
pero larga en distancia.
Como la que separa tu casa de otro país,
mi casa de tu casa.
Respiramos el mismo aire,
me quedé con tu perfume.
Vivimos la costumbre de los cuerpos,
como una ley de termodinámica,
como piezas de rompecabezas.
Fue tan perfecto
que me dolió el momento.
No me resuelvo,
y ahí estás.
Incandescente.
Que mi azul se ve turquesa.
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