Salgo disparada por el patio, entre las verdes y los grises. Me escabullo detrás de la columna acolchonada. Todavía me hundo en ese murmullo festivo, inocente, de la libertad de los diez minutos. Me resulta tan familiar, tan cercano, que si miro atrás parece mentira. Pero el tiempo no discrimina víctimas. ¿Cuántas veces nos habremos chocado en ese ir y venir precipitado, donde cada uno jugaba su juego, donde las verdes y los grises eran sólo colores? Y aunque te hubiera mirado, no lo habría sabido. No lo sé ahora. Jugamos a las escondidas.miércoles, 4 de abril de 2012
PIEDRA LIBRE PARA TODOS MIS COMPAS!
Salgo disparada por el patio, entre las verdes y los grises. Me escabullo detrás de la columna acolchonada. Todavía me hundo en ese murmullo festivo, inocente, de la libertad de los diez minutos. Me resulta tan familiar, tan cercano, que si miro atrás parece mentira. Pero el tiempo no discrimina víctimas. ¿Cuántas veces nos habremos chocado en ese ir y venir precipitado, donde cada uno jugaba su juego, donde las verdes y los grises eran sólo colores? Y aunque te hubiera mirado, no lo habría sabido. No lo sé ahora. Jugamos a las escondidas.
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